marzo 05, 2006

No me bastaron cerca de cuatro años para develarlo, sólo hoy he descubierto la razón de ser de aquella técnica: “(…) lo que Hegel llama, como se verá, ‘la totalidad de la persona’ a su cuerpo y a su alma sin admitir la distinción entre uno y otra tradicional a estos efectos y que aún aparece en Leibniz, a quien las tesis de que ‘las almas racionales son naturalmente libres e inalienables’ y que ‘puede decirse que el cuerpo de un hombre pertenece a su alma’, no llevan más allá de las conclusiones de que la esclavitud no puede implicar la propiedad del cuerpo del otro, ‘sino una especie de usufructo… [que como tal]… debe ser ejercitado salva re’, esto es, sin maltrato del esclavo”[1].
He aquí las bases filosóficas de la prevención de riesgos.
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[1] Alonso Olea, Manuel, Alienación, historia de una palabra, Ed. Instituto de Estudios Políticos, Madrid, 1974
posted by daniel at domingo, marzo 05, 2006
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2 Comments:
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Publicar un comentarioAt mayo 12, 2006,
wena pelao. lo tuve que ver una vez y leer otra pa entender lo que dijiste, pero siempre es bueno conocer filosoficamente las bases de la carrera que practico, la dura.
Seria interesante una conversacion del tema, pero a los dos los compromisos irrenunciables no nos faltan y la "paja" nos inunda como pa juntarnos a conversar del tema. ¿o no?
At mayo 12, 2006,